En Bionia sabemos bien que el control de los malos olores en el tratamiento de aguas residuales es un tema de mayor interés, ya que con esto se busca reducir la contaminación odorífera.
Mientras las tecnologías avanzan más y más, es posible deshacerse de las emisiones de compuestos sulfurados y otras sustancias que provocan contaminación y molestias físicas en personas.
Hoy veremos factores importantes, así como bacterias, que intervienen en la formación de los malos olores.
Las aguas residuales contienen una gran cantidad de carga orgánica que, si no se trata de la forma correcta, contribuye a la emisión de gases como el H2S (sulfuro de hidrógeno) y el etil mercaptano, los cuales son responsables de los malos olores.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) cuentan con un papel activo al reducir estos efectos, cuando implementan procesos que eliminan los contaminantes de forma eficaz.
Tipos de bacterias que contribuyen a la contaminación odorífera
Existen diferentes tipos de bacterias que provocan la contaminación odorífera, las cuales son:
Estas bacterias requieren de oxígeno disuelto para poder vivir. Durante el tratamiento de agua tratada, estas bacterias oxidan la carga orgánica presente, lo cual ayuda a reducir los malos olores, pero si no existe un control correcto, se pueden liberar compuestos sulfurados y otros contaminantes.
Estas prosperan en ambientes donde no hay oxígeno, es decir, donde la carga orgánica no se oxida. Estas bacterias son las responsables de la generación de sulfuro de hidrógeno (H2S), del metil mercaptano y otros gases, lo que provoca malos olores asociados a la descomposición de materia orgánica en las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Las bacterias facultativas se pueden adaptar tanto a ambientes con o sin oxígeno; son muy versátiles en los sistemas de plantas de tratamiento de agua, ya que pueden contribuir a procesos de descomposición y reducción de olores, según las condiciones del entorno donde se encuentren.
Hay ciertos elementos bioquímicos que influyen fuertemente en los procesos de las plantas tratadoras de agua, y es muy importante controlarlos para evitar olores desagradables:
El nivel del oxígeno disuelto en el agua afecta directamente a las bacterias aerobias, que lo usan para oxidar la materia orgánica. Si el oxígeno no es suficiente, se produce la descomposición anaerobia, la cual libera gases que provocan desagradables olores.
La DBO mide la cantidad de oxígeno que se necesita para la descomposición de materia orgánica por microorganismos. Altos niveles de DBO marcan una elevada carga orgánica, lo que libera gases como el H2S y el metil mercaptano, que provoca malos olores.
El control de estas velocidades en las plantas tratadoras de agua es necesario para que se garantice una correcta oxigenación y mezcla de los contaminantes. Flujos muy lentos o veloces pueden dificultar el proceso de tratamiento, aumentando la producción de gases malolientes.
El pH del agua influye en la actividad bacteriana y en la solubilidad de los gases. Dentro de un ambiente ácido el H2S está más expuesto a liberarse como un gas, intensificando los olores malos.
Esta afecta la solubilidad de los gases y la tasa de crecimiento bacteriano. En donde la temperatura es más alta, la actividad bacteriana aumenta, lo que genera más compuestos odoríferos en las plantas de tratamiento de aguas residuales.
El sulfato, en presencia de bacterias que sean anaerobias, se reduce a H2S, el cual es un gas altamente contaminante, además de ser el responsable del tan conocido olor a huevo podrido que se detecta en las aguas residuales.
Este es otro elemento muy importante dentro de la gestión del tratamiento de aguas, puesto que su presencia ayuda a controlar la actividad bacteriana, además de minimizar la generación de olores.
Algunos de los metales disueltos pueden reaccionar con los gases que se crean durante la descomposición de la materia orgánica, formando compuestos odoríferos adicionales, mientras contribuyen a la contaminación odorífera.
En Bionia contamos con distintas soluciones PTAR, que se instalan y ejecutan rápidamente, con baja operación y fácil mantenimiento. Ofrecemos soluciones ambientales para el beneficio de las personas, sin riesgos de toxicidad y ofreciendo agua lista para que se use en etapas posteriores.
Contamos con:
Nuestros PTAR sirven para distintas aplicaciones, desde el sector industrial, el metalúrgico, químico, farmacéutico, textil, de papel, impresión, e industria hotelera.
«Biotecnología Bionia, con más de 15 años de investigación y desarrollo de sistemas de tratamiento de aguas, adaptables a tus procesos».