La contaminación del agua es una situación mundial que debe tratarse de inmediato, ya que las aguas residuales son una de las principales fuentes que generan este problema, sobre todo en países donde la infraestructura para tratar estas aguas es deficiente o, simplemente, no cuentan con ella.
Es muy importante tocar este tema porque las aguas residuales, a diferencia de lo que se cree, cuentan con un gran valor de recuperación de recursos que no tomamos en cuenta. Ante esta situación, es vital conocer alternativas de solución que nos ayuden ante esta problemática.
Por otro lado, al invertir de forma eficiente en infraestructuras de saneamiento de aguas residuales podremos alcanzar beneficios de salud pública, ayudar al medio ambiente, regresar este importante recurso a lagos o ríos y mejorar la calidad de vida de todas las personas.
Básicamente, existen tres formas distintas de tratamientos de aguas residuales, que son: tratamiento primario, secundario y terciario, incluso, en algunos sitios se considera el cuarto tratamiento, que va antes del primario, y es el preliminar.
Veamos otros tipos de tratamientos de aguas residuales que el avance de la tecnología y las Leyes de Regulación de Tratamiento de Aguas han logrado abrirles paso, según el tipo de agua residual, los límites del vertimiento y las características de los sustratos:
• Plantas Bionia: el sistema de tratamiento de aguas grises y negras de última generación de Bionia es capaz de remover DBO, DQO, nitrógeno amoniacal y nitrógeno total. Hace uso de biotecnología que fortalece los efectos de tratamiento gracias a su tecnología MBRR de última generación. Es un sistema moderno, estable, de bajo mantenimiento y que logra estándares de grado A.
• Sistemas de filtración: se utiliza una media filtrante plástica, en vez de usar la piedra volcánica, para lograr optimizar los procesos de remoción de DBO, con el uso de una media estructurada modular de PVC con una gran superficie de remoción.
Es posible, también, utilizar diversos tipos de filtros, como arena, membranas y carbón activado, con el fin de eliminar contaminantes físicos, biológicos y químicos.
• Sistemas de tratamiento aeróbico: este se basa en un proceso biológico, y se controla bajo condiciones de aireación o aerobias, las cuales tratan de forma eficiente el DQO, DBO y SST, transformándolos en agua, nueva biomasa y dióxido de carbono.
• Lodos activados: este se utiliza mucho dentro de los procesos de tratamiento aeróbico. Se trata de utilizar microorganismos en suspensión, los cuales consumen la materia orgánica dentro de un reactor aireado, seguido de un clarificador que separa el lodo activado del agua que se está tratando. Es de los más efectivos cuando existen altas cargas de contaminación en el elemento.
• Sistemas de tratamiento anaeróbico: también se basa en un proceso biológico, y se controla a través de condiciones anaerobias; trata de forma efectiva el DQO, DBO y SST, además produce con esto calor, biogás y poca biomasa sin oxígeno.
• Tratamientos de desinfección: entre estos encontramos varios, como el de cloración que se usa para desinfectar el agua, matando microorganismos y patógenos; tenemos la ozonización, donde el ozono actúa como un fuerte desinfectante que ayuda a reducir la turbiedad y coloración; también el uso de luz ultravioleta, que es efectiva para inhabilitar microorganismos sin la necesidad de añadir químicos al agua.
• Tratamientos naturales: tales como los humedales artificiales, donde se usan plantas acuáticas para poder tratar las aguas residuales de forma mucho más sostenible y económica.
• Sistemas descentralizados: son buenos para áreas rurales o pequeñas comunidades; se utilizan sistemas como letrinas de compostaje o baños secos, volviéndolas alternativas sostenibles y efectivas.
• Coagulación y floculación: es un tratamiento físico – químico, donde se usan químicos para juntar y quitar partículas coloidales y suspendidas.
• Nanotecnología: en algunos lugares ya se están utilizando nanopartículas para poder remover cierto tipo de contaminantes, de forma bastante eficiente.
Después de tratar el agua, este elemento puede ser reutilizado con distintos fines, como riego agrícola, riego de jardines o parques, para uso industrial, etc. De esta forma se reduce de forma considerable la demanda de agua potable.
Hay que recordar que en los hogares podemos poner nuestro granito de arena con alternativas que ofrezcan solución a las aguas grises del hogar, así como ayudar a aprovechar el agua de lluvia con sistemas de recolección instalados en las casas; este último incluye la recolección, el almacenamiento y tratamiento del agua de lluvia para un uso posterior.
