Ya hemos hablado sobre los métodos tradicionales de captación de agua de lluvia, que están diseñados para recolectar, almacenar y hasta tratar el agua que cae sobre los techos, superficies pavimentadas y otras áreas impermeables.
Al hablar de sistemas de recolección pluvial subterráneos, podemos decir que consta de componentes subterráneos, es decir, que la instalación de sus componentes va bajo el suelo, tales como tanques de almacenamiento, filtros y tuberías, las cuales te permiten recolectar y hacer un uso eficiente del agua de lluvia.
Los depósitos subterráneos no necesitan de espacio en la superficie, lo que los convierte en sistemas ideales donde el espacio asignado tiene un uso adicional o donde se quiere mantener una estética visual atractiva, donde no haya módulos de almacenamiento a la vista.
Comenzamos con las superficies de captación, que son techos (los más comunes para captar agua de lluvia), pavimentos y áreas impermeables (superficies como patios, entradas de vehículos, entre otras áreas).
El segundo componente que necesita son canaletas y bajantes. Las canaletas recogen el agua de lluvia que cae en las superficies de captación y luego la dirigen a las bajantes, que la guían al sistema subterráneo.
Después tenemos filtros y sistemas de pretratamiento, como filtros de hoja y sedimento, y sistemas de desviación de primeras lluvias, para desviar las primeras cantidades de agua de lluvia, que son las más contaminadas, para que no lleguen al tanque de almacenamiento.
Ahora tenemos módulos de almacenamiento subterráneo, el componente principal, el cual se instala bajo tierra para aprovechar el espacio y proteger el agua del sol y de contaminantes externos. Puede estar hecho de materiales como plástico, fibra de vidrio o concreto.
La capacidad de estos tanques varía según las necesidades del usuario y las condiciones del clima del lugar, siendo desde pocos cientos hasta varios miles de litros.
Estos sistemas llevan técnicas de bombeo, como bombas sumergibles que se instalan dentro del tanque para extraer el agua cuando se necesite; es muy útil para guiar el agua a la superficie o sistemas de riego. También existen los controladores de nivel, los cuales monitorizan el nivel de agua del tanque y controlan su funcionamiento para evitar que marche en seco.
Por último, tenemos las tuberías de distribución, que son las que llevan el agua desde el tanque a sus puntos de uso. La red de tuberías debe estar hecha para minimizar pérdidas y distribuir el agua de forma eficiente.
A veces se pueden incluir sistemas de tratamiento adicional, como filtración fina para aplicaciones sensibles, como lavado de ropa, uso de inodoros, etc., donde se eliminan partículas finas, mejorando la calidad del agua; o desinfección, usando métodos de desinfección, como la luz ultravioleta (UV) o pequeñas dosis de cloro, para garantizar la seguridad del agua recolectada.
Aquí te daremos motivos y beneficios para que instales uno de estos sistemas en tu hogar:
Contar con un sistema de recolección pluvial subterráneo ofrecerá una solución sostenible y sumamente eficaz para gestionar el agua de lluvia, dándote una alternativa de fuente de agua para distintos usos y conservar los recursos hídricos.